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jueves, 31 de marzo de 2011

Fin a la plantación de Freixeiro

La acción policial de hace dos semanas en el campamento gitano de Freixeiro, que se saldó con 17 detenidos y la incautación de pequeñas cantidades de droga, sirvió para constatar lo que ya se intuía.
A comienzos de los años 70 se asentó en el municipio naronés, un poblado chabolista en unos terrenos adquiridos por Cáritas. Cuarenta años más tarde, los vecinos ya se han acostumbrado a convivir con el primer supermercado de la droga de Galicia, epicentro de toda una organización criminal perfectamente jerarquizada. Encargados de la vigilancia, responsables de la venta, o compradores a los mayoristas ocupan cada uno una tarea muy bien definida que impide un mayor éxito policial. Durante cinco meses, la brigada ferrolana realizó 35 incautaciones y vigiló Freixeiro hasta determinar cual era el papel de cada miembro de un clan que dividía sus funciones. El poblado de Freixeiro se dedica al narcotráfico desde hace generaciones y dominaba este mercado en todo el noroeste peninsular. Cerca del campamento están dos institutos y el apeadero de Feve, donde cogían el tren para distribuir la droga hacia la costa lucense e incluso a Asturias.
La venta se iniciaba a las doce de la mañana. Los toxicómanos pasaban por un pasillo entre las chabolas y el muro, tras superar los filtros de los moradores, que se aseguraban de que fueran conocidos y con dinero. Las mujeres realizaban la venta en dos pequeñas casetas junto a una hoguera siempre encendida para eliminar pruebas si notaban que la policía andaba cerca. Se valían de un drogadicto de confianza, el Perro, para carretar la droga, oculta en las inmediaciones del poblado. Si detectaban alguna patrulla, obligaban a los toxicómanos a consumir los estupefacientes en las casetas. La matriarca era la que recaudaba las ganancias.
Las cantidades incautadas no invitan al optimismo, pero sí animan a la confianza ciudadana. Con cierta resignación los vecinos denuncian la situación de inseguridad en la que viven y la pasividad de las autoridades y de los políticos. Con el desmantelamiento de poblados como el de Penamoa en A Coruña, el tráfico de drogas convirtió al campamento de Freixeiro en un punto de incesante trasiego de toxicómanos. En un solo día se pueden llegar a contabilizar hasta 1.000 coches.
A tan sólo unos metros se levantan bloques de viviendas construídos hace casi dos décadas y sus habitantes no pueden acercarse a la zona porque hay jeringuillas por todas partes. Además los drogodependientes utilizan las farolas y la luz de los escaparates para drogarse. La abundante basura, la conducción de coches pilotados por menores o incluso la prostitución son otras de las quejas. Protestas que van en contra al ayuntamiento, que no escucha sus denuncias y cierra los ojos al problema. En los últimos tiempos el poblado había duplicado su actividad. El poblado naronés se blindó como un fortín con un muro y patrullas alrededor del perímetro con una docena de hombres armados con palos y vigas de acero. La vigilancia policial era puntual y no estaban en las horas críticas.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Discriminación anunciada

Desde hace unos meses asistimos a un triste suceso. Esta vez el caso no ocupa las portadas de los periódicos nacionales, ni se agolpan los contertulios más variopintos para conceder entrevistas en la tele o en la radio. Aparte de los medios de comunicación gallegos, la noticia de la expulsión de la escuela de una niña de Arteixo por llevar el hiyab apenas ha trascendido. Hemos podido leer algunas noticias y entrevistas aquí y allá, pero el eco mediático ha sido mínimo comparado con casos anteriores.
Estaría satisfecho si esa falta de polémica y difusión se debiera a que por fin nos hemos dado cuenta de que para que los debates lleguen a buen puerto hemos de prescindir de sensacionalismos y de agendas políticas, pero parece que se trata más de una normalidad a la que nos estamos acostumbrando peligrosamente y, sobre todo, porque las ventas y audiencias ya han quedado cubiertas con las revueltas acutales en los países árabes.
No me apetece escribir un enésimo artículo sobre la libertad religiosa, sobre cómo las administraciones y colegios se saltan a la torera la Constitución española. Por una vez vamos a intentar ponernos en el lugar de estas niñas y jóvenes. ¿Cómo te sentirías si te excluyen de un establecimiento publico y te señalan con el dedo?
La niña del velo se llama Zoubair Hakim. La han excluído de la escuela pública por llevar la cabeza cubierta. ¿Cuántas niñas musulmanas más deberemos sumar a la lista de personas non gratas? ¿Cuándo se terminarán estas discriminaciones impunes?

viernes, 25 de marzo de 2011

Últimas horas en la chabola

Niños caminando entre ratas, heces y montañas de basura y bebés de pocos meses durmiendo junto a toneladas de desperdicios. Hace treinta años se formó un núcleo de chabolas a las afueras de A Coruña. Más de 200 familias convivían entre la miseria, las ratas y las drogas. Ahora quedan los vestigios de lo que fue el poblado gitano más grande de Galicia: escombros de lo que fueron las chabolas de muchos, niños jugando entre jeringuillas y drogadictos pinchándose su dosis. Hacia el poblado se produce un goteo constante de consumidores que acuden a todas horas a comprar droga.
Muchos de los que nacieron allí todavía resisten. Nacer en Penamoa marca, pero también deja huella en los vecinos de alrededor que llevan años luchando por un Penamoa libre de drogas. Y parece que ese final está cerca.
El Ayuntamiento de A Coruña, a través de su Concejalía de Servicios Sociales ha desalojado a un centenar de familias y aseguran que los que quedan ya han recibido la orden judicial para abandonar el lugar. La limpieza de Penamoa viene precedida por la obras de la tercera ronda de A Coruña. Una circunvalación que parte el poblado, o lo que queda de él, en dos. De ella ya se han arrancado las farolas, los cables, y en su recién estrenado asfalto yacen los restos de las dosis consumidas. Pero todavía ni rastro de coches.
Las citaciones para desalojar están repartidas y, según los responsables, en unos dos meses como mucho, ya no quedará ni rastro de Penamoa. Pero plazos similares se han dado a lo largo de los años, y no se han cumplido. Los vecinos ya no creen en las promesas de los políticos.
En nuestro recorrido por Penamoa somos bien recibidos. Manuel, conocido como el Fórmula V, nos recibe en el puente que cruza la tercera ronda al lado del campamento. Él no vive allí. Va todos los días al poblado a ayudar a las 12 familias que siguen viviendo en Penamoa y defenderlos. «No veo lógico que metáis una orden judicial para derrumbar el poblado» nos dice, «es mejor que hagáis un hoyo y metáis a todos los gitanos y los matéis de golpe». Manuel asegura que es un pueblo analfabeto. No saben leer ni escribir. Y «los políticos los engañan de la manera más fácil», afirma. El FórmulaV es uno de esos gitanos que se han acogido a las ayudas que les ha brindado el ayuntamiento, pero no está contento del todo. Dice que el dinero que les corresponde de indemnización, el ayuntamiento lo utiliza para pagar el alquiler de su casa en vez de dárselo. «Ese dinero sólo llega para unos cuantos meses y después tenemos que buscarnos la vida», concluye.
Llega el momento de adentranse en el poblado de Penamoa. Los pocos que hablan dicen que no tienen nada que ver con las drogas. «El pueblo gitano no tiene culpa de las drogas», nos dicen. Nadie nos enseña sus chabolas, y la procesión de coches para «pillar» no cesa. Los que allí quedan dicen que quieren un piso. Un joven con un bebé en brazos confirma los deseos de todos: «Llevamos 25 años viviendo aquí y creo que tenemos derecho a una vivienda». Por su parte, una joven de 31 años y madre de dos hijos relata: «es muy duro vivir aquí tirado sin poder dormir, con una estaca en las manos para espantar las ratas y que no muerdan a nuestros hijos». Su casa está cubierta con una pancarta que se ve al pasar por la recién construída tercera ronda. En ella se puede leer «nos han dejado en la calle».
Su tiempo se acaba, y ellos son conscientes. Están al corriente de todas las noticias que salen en el periódico, y los nervios están presentes en el ambiente. La concejala de Servicios Sociales no es bien recibida en el poblado. Tampoco otros políticos de la ciudad coruñesa. «Silvia Longueira es una puta, le vamos a cortar la cara» declara una de las chicas que viven en el poblado. «Aquí viene gente muy importante a buscar su dosis de droga», concluye.
Llegó el tiempo de irnos. A nuestro paso queda un paisaje dominado por los escombros de lo que una vez fue el poblado gitano más grande del noroeste español. Pero algo nos vuelve a llamar la atención. Mientras caminamos hacia la salida, una madre peina a su hija pequeña en medio del paisaje de desolación en el que viven. Tiene tres años y se llama Ana. Sus ojos azules y su pelo rubio encandilan a cualquiera que la vea. Son las once de la mañana y no está en el colegio. Su madre repite constantemente «Dadnos una vivienda», y ella la imita.
Todo con un telón de fondo que enmarca la escena: la tercera ronda de A Coruña que parte el poblado en dos y que vacía espera que los residuos y los destrozos dejen paso a los coches. La pregunta es, si mientras circulan verán Penamoa por sus ventanillas o habrá desaparecido para siempre. Habrá que esperar para verlo.

jueves, 24 de marzo de 2011

Desaparece Liz Taylor, la última diosa de Hollywood

"La legendaria actriz, mujer de negocios y valiente activista Elizabeth Taylor ha fallecido hoy en calma". Con un escueto comunicado, el agente de la mujer de la mirada violeta, la perfecta reencarnación de Cleopatra, confirmaba ayer la muerte. El corazón de Taylor no pudo más y se paró, mientras dormía, la madrugada del miércoles en la habitación del hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, en la que llevaba seis semanas ingresada luchando contra una insuficiencia cardiaca. 
La actriz, que hacía menos de un mes había celebrado su 79 cumpleaños disfrutando de la gala de los Oscar, falleció rodeada de los suyos. "Sabemos, simplemente, que el mundo es un lugar mejor porque mi madre vivió en él. Su legado nunca desaparecerá, su espíritu siempre estará con nosotros, y su amor vivirá por siempre en nuestros corazones", recordó Michael Wilding, segundo hijo de Taylor que, junto a sus tres hermanos, estuvo a su lado en los últimos momentos. Wilding aseguró que su madre, muchas veces castigada en exceso en la prensa por sus romances, excentricidades y pasión por las joyas, "fue una mujer extraordinaria que vivió al máximo, con gran pasión, humor y amor". 
No cabe duda que la actriz británica, nacida en 1932 y nombrada dama del imperio por la reina Isabel II, vivió su vida muy rápido, quizá demasiado. 
Elizabeth Taylor deja tras de sí una biografía que podría considerarse el libro de estilo de cualquier aspirante a musa del celuloide. A los 12 años se convirtió en estrella infantil. Con 18 vivió su primer divorcio, a los 26 enviudó y antes de cumplir los 30 alcanzó la categoría de icono del Hollywood clásico gracias a sus sólidas interpretaciones y al tumultuoso idilio con el que sería el amor de su vida, el actor Richard Burton.
Entre 1957 y 1960, consiguió hilvanar cuatro nominaciones consecutivas al Oscar a mejor intérprete femenina, un récord aún no superado. En la década de los sesenta se alzó con dos estatuillas -por sus papeles en Una mujer marcada (1960) y ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966)- y se convirtió en abuela, todo sin haber cumplido los 40. Harta de las cámaras, a mediados de los setenta abandono el cine y, salvo esporádicas apariciones televisivas, se dedicó en cuerpo y alma a la labor humanitaria. Jane Fonda, compañera de reparto de Taylor en su última gran película, El pájaro azul (1976), ha sido una de las primeras voces de Hollywood en lamentar la pérdida de "una persona íntegra, bondadosa, generosa y valiente".
Con el paso del tiempo, la belleza y la escultural figura que la convirtieron en la actriz más bella de Hollywood se convirtieron en su propia trampa. Sus últimos años de vida fueron una lucha constante contra su cuerpo, que no aceptaba la vitalidad de la dama del cine y la obligaba a pasar constantemente por el hospital. De la noche a la mañana, sus visitas al médico fueron casi el único motivo por el que la otrora diva del cine volvía a las portadas de los medios de comunicación. "Mi cuerpo es un verdadero desastre", aseguró Taylor a la revista W en 2004, el mismo año en que le fue descubierta la insuficiencia cardiaca congestiva que finalmente apagó su vida.
Sus problemas de salud venían de mucho antes. Fumadora compulsiva, en 1975 dejó el tabaco después de que le diagnosticasen de manera errónea un cáncer de pulmón. Durante décadas luchó contra su adicción al alcohol y las pastillas, las dolencias físicas o el sobrepeso. Según sus biógrafos, la intérprete podría haber pasado por el quirófano entre 30 y 40 veces a lo largo de su vida para poner remedio a sus problemas cardiacos, de pulmón, cadera e incluso para extirparle un tumor benigno del cerebro en 1997. También combatió con éxito una neumonía y un cáncer de piel.

83 millones contra el sida

A pesar de sus problemas físicos, que la obligaban a moverse en una silla de ruedas, Taylor nunca perdió la vitalidad y, ya alejada del cine, centró sus esfuerzos en la lucha contra el sida. En 1985, año en que la enfermedad se llevó a uno de sus grandes amigos, el actor Rock Hudson, contribuyó a la creación de la Fundación para la Investigación del VIH (AMFAR).
Como presidenta internacional e imagen de la organización sin ánimo de lucro, consiguió recaudar más de 83 millones de dólares en fondos para la búsqueda de un remedio contra el virus de la inmunodeficiencia humana. Su implicación en la causa le valió numerosos premios, entre ellos el Oscar especial a la labor humanitaria, el galardón Jean Hersholt, en 1993. 
La pasión por ayudar a los demás fue la que la acercó a su gran amigo y confidente, Michael Jackson. Taylor, usuaria de Twitter desde 2009, reconoció a través de la red lo difícil que le resultaba superar la pérdida de quien ella misma bautizó como el rey del pop. "Mi corazón y mi mente están rotos. No me imagino la vida sin Michael", confesó a sus 300.000 seguidores. 
Ahora la gran actriz que inmortalizó su imagen en más de 50 películas descansará en la misma ciudad que su gran amigo, en el cementerio WestWood Village Memorial Park de Los Ángeles, donde su familia tiene un nicho junto al de Marilyn Monroe y Natalie Wood.

viernes, 18 de marzo de 2011

¿Una opción oportuna?

Hace más de diez años que entraron en el mercado español, pero son todavía unos desconocidos. Los esfuerzos llevados a cabo por la Administración en esta década para fomentar en España una cultura del genérico no tuvieron el éxito esperado. La deficitaria educación sanitaria en torno a los genéricos tiene todavía que superar muchos recelos, incluso entre los propios médicos.

La decisión de la Consellería de Sanidade de poner en marcha un catálogo de medicamentos abrió heridas en los colectivos afectados. El departamento de Pilar Farjas solo buscaba un ahorro para mantener el sistema de salud público, aunque no contaba encontrar tantas piedras en el camino.

Pero lo que no se puede negar es la constancia de la conselleira, que luchó contra viento y marea para sacar adelante su proyecto. Ayer mismo recibió el apoyo del TSXG, que rechazó la demanda de la Federación de Farmacias de Galicia que reclama la suspensión del decreto por el que entró en vigor el catálogo de medicamentos, y autoriza al Gobierno autónomo para que siga aplicando su catálogo de medicinas a bajo precio.

Los argumentos que dio el Tribunal Superior son un estacazo para las farmacias, ya que considera que el recurso, cuando da argumentaciones sobre la ineficacia de los genéricos frente a los que no lo son, no van acompañadas de pruebas documentales o de informes que avalen esta premisa. Y, a falta de pruebas de que se esté jugando con la salud de los gallegos, los jueces dictaminaron que no existe riesgo que obligue a suspender el plan de ahorro puesto en marcha por la Xunta.

Esa es la clave del problema planteado por los colectivos que se oponen. «Deberían de saber que los genéricos son medicinas que cuentan con el visto bueno de la Agencia Española del Medicamento y tienen las mismas propiedades que los fármacos con marca comercial», señala Farjas. Por lo tanto, cualquier duda sobre desigualdad en la eficacia terapéutica, estaría fuera de sospecha sobre su efectividad.

No quiere esto decir que la Xunta vaya a sacar adelante su proyecto de rebaja en la factura que los gallegos pagan para el cuidado de su salud. Depende del recurso de Farmaindustria y del que presentó el Gobierno ante el Tribunal Constitucional.

Los argumentos de quienes se oponen al catálogo se centran en la discriminación que sufrirán los pacientes gallegos con respecto a los de otras comunidades al no poder acceder a determinados fármacos. Algo que muchos ven como una falacia.

jueves, 17 de marzo de 2011

Un recuerdo de la infancia

Mi entrada de hoy no va a ir ni de asesinos, ni de políticos muertos, ni de sitios que me gustan. La entrada de hoy va a ser un homenaje.

Un homenaje a mi generación, la generación de los 90, la última generación que se crió en la calle sin ningún peligro. Los niños de ahora están todos lobotomizados con videoconsolas, ordenadores y parafernalia así. Nosotros nos levantábamos a las 10 de la mañana y a las 11 ya estábamos en la calle, volvíamos a comer y a las 4 (O 3 si no había que hacer deberes, ¿os acordáis de los cuadernos rubio?) ya estábamos de nuevo en la calle.

Cuando yo era pequeño pasarse una tarde entera jugando a la consola era impensable, no solo por la razón de que eran pocos los colegas que tenían consolas y sus padres les dejaban llevar colegas a casa, si no porque todos preferían andar haciendo el gamberro por ahí.
 
Recuerdo aquellas tardes de verano con la pandilla. Saltábamos a las fincas de los vecinos a robar fruta y comíamos hasta que no nos podíamos ni mover. Los chavales de ahora se ponen ciegos a gominolas, luego extraña que estén todos obesos.
 
¿Quién no recuerda todas esas tardes jugando a ladrón y policía con pistolas de bolitas o jugando al fútbol en descampados enormes marcando porterías con piedras? Ahora eso es impensable, todo está lleno de urbanizaciones y mierdas varias, saltas un muro y tienes a 4 policías detrás y medio vecindario apaleándote.

Recuerdo aquellas tardes al salir del colegio jugando al diábolo o a la peonza, echándonos piques para ver quien hacía el truco más difícil. O jugando al guá con las canicas. Saber jugar bien a estos juegos significaba ser el triunfador del patio, era el éxito asegurado.

¿Y quién de vosotros no tuvo nunca un álbum de cromos? Recuerdo (aunque a mi nunca me haya gustado el fútbol) aquellos cromos del Super Depor, de cuando Bebeto, Donato y todos esos, ¿Quién diría que yo me iba a acordar de eso eh? Eso sí que era fútbol y no lo que hay ahora, que parecen pases de modelos.

¿Y nuestros juguetes? Nuestros juguetes eran una pasada, aguantaban todo tipo de meneos y nunca te aburrías de ellos. Aquellos Scalextric, Legos y Micromachines con los que nos pasábamos horas imaginándonos historias y creando nuestras propias aventuras. 

¿Y los playmobil? Los playmobil de nuestro tiempo eran los reales: El barco pirata, el circo, el hospital, el helicóptero de rescate…Eso eran playmobil y no lo de ahora, que el barco actual lo metes en la bañera y zozobra.
 
Yo nunca tuve Gijoe, pero recuerdo con nostalgia aquellas tardes jugando con mi Action Man. Le ataba una bolsa en las manos y lo tiraba por la ventana una y otra vez como si fuera un paracaidista. Anda que no llevó palos ese muñeco ni nada…y seguro que si lo busco todavía lo encuentro entero.

¡Y cómo olvidarse de Simón, de aquellas pizarras “mágicas” para dibujar y de los juegos de magia! ¿Y Ondamanía, aquellas espirales de plástico de colores que se pasaban de una mano a otra?
 
 
Hablemos ahora de nuestras meriendas y golosinas:

El bollycao y las pantera rosa, aquellos bollos que solo conseguíamos que nos compraran cuando nos portábamos bien y que saboreábamos como si nos fuera la vida en ello.

Es imposible olvidar aquellos sobres con polvos de colores que se mezclaban con agua y daban como resultado una bebida increiblemente deliciosa que no duraba nunca mas de cinco minutos, el Tang.
 
Si os digo la verdad ni siquiera se si todavía existe, la próxima vez que me pase por un supermercado preguntaré y si todavía hay me llevaré unos sobres para recordar viejos tiempos.

Y ya en ocasiones excepcionales podíamos hablar de comernos un mikolápiz, un polo de hielo o un frigopie, aquellos helados con forma de pie que sabían a ¿Fresa? y que se derretían misteriosamente rápido y acababan pringandonos las manos enteras.


O un caramelo “push pop”, aquellos caramelos que para que salieran había que pulsar por debajo y que al final chupabas mas el plástico que el caramelo y acababas con la mano llena de babas. Un paquete de caramelos pez o unas pulseras de caramelo (que manoseabamos hasta la saciedad antes de comérnoslas). Unos peta zetas (Eran de risa, no había nadie que se resistiera a hacer el gilipollas cuando se comía un sobre de estos) o chicles bubaloo.

¿Y la tv de nuesta época?

Yo recuerdo que cuando tenía clase apenas veía la tv, los míticos simpsons o cosas de casaSteve urkle!) al mediodía y como no, Xabarín club mientras merendaba (todos los niños gallegos lo adorábamos).

 Pero los fines de semana recuerdo que me levantaba a las 8 de la mañana (¡No necesitaba despertador, era increíble!) y me tiraba en el sofá hasta la hora de comer o hasta que me venian a buscar mis amigos, viendo las series que daban en todos los canales, alternando cuando daban publicidad.

Oliver y Benji, Power rangers, Club Disney, Club Megatrix, Bola de dragón, El equipo A, etc…Podría tirarme horas diciendo series que molaban.


La lucha libre de nuestra época, ¿cómo olvidar al mítico Hulk Hogan?Eso si que era lucha y no lo de ahora, ¡los nuestros estaban curtidos!

Ahora le toca a Pokemon, pero no a los 100 millones de pokemon de colores que hay ahora, si no a los 150 pokemon, los reales. Aquello sí que fue una revolución: álbums de cromos, muñecos, serie de tv con las peleas estilo oliver y benji, que no se acababan nunca o te cortaban en lo mejor…

Y por supuesto, los juegos de la Gameboy. Ser entrenador pokemon era todo un reto aunque no lo parezca, ¿eh?

Nada más empezar te sometían a la peor elección de tu vida: Qué pokémon escoger para empezar a jugar. ¿Cómo voy a escoger un pokémon si ni siquiera se de que va el juego?

Aún así yo era más de squirtle, decían que era una mierda, pero no había quien aguantara una ventisca.

¿Y el pobre pikachu en el amarillo? Ni Dios lo quería, todos lo tenían en el ultimo cajón del PC de Bill, era la oveja negra de los pokémon, ¡Y lo peor de todo es que ni siquiera le podías pasar el marrón a un colega con el cable link, porque no te dejaba moverlo!

Acabo de recordar el mítico truco de clonar cosas con el cable link: Ponías a pasar algo y cuando estaba por la mitad apagábais los dos la Gameboy y al encenderla había dos posibilidades: Que los dos tuviérais el pokémon o el objeto a clonar o que simplemente se fuera a tomar por el culo y desapareciera.

Que mítico era clonarse al mew de otros colegas o caramelos raros para subir de nivel…

De todas formas mew no era difícil de conseguir. Era un puteo, eso sií pero difícil difícil… Era el truco aquel de las islas fallo, ¿recordáis? Dar cinco pasos en la zona safari, salir, entrar, salir, ir a no se donde, volver a la zona safari y…¡Pum! Ya estabas en islas fallo. La verdad es que era un poco raro eso de pasear por una zona hecha con números y cosas sin sentido, no se a quien se le habría ocurrido…
 

Bueno, hay que decir que ahí no solo salía mew, también salia… ¡Missigno! Aquel pokémon que era una interrogación (si no recuerdo mal) y copiaba lo que hacían los pokémon enemigos. 

El objetivo final de pokémon nunca lo entendí, se supone que era vencer a Gary en la liga pokémon, pero podías vencerlo una y otra vez que nunca conseguías nada nuevo, solo 15 minutos de textos que no se podían pasar dándole a la B y otros 15 min de créditos, cosa que suponía una eternidad porque no podías apagar la Gameboy, si lo hacías no podías guardar el juego…

¡Tranquilos!, se que me olvido de muchas cosas, pero como comprenderéis no puedo nombrarlas todas. De todas formas ahí van unos cuantos recuerdos más:

Tamagochi, aquella mascota que si te olvidabas de ella en vez de morirse se subia a su nave espacial (WTF?) y se iba volando para no regresar. (Si querías que naciera de nuevo tenias que reiniciarlo dándole al botoncito de detrás con la punta de un boli).

Las manos locas, que normalmente venían de regalo en las bolsas de patatas y lo mas normal era o que se te quedaran pegadas al techo y tu madre las despegara y las tirara a la basura o que las tirara a la basura directamente sin darte tiempo a pegarlas en el techo.

Los maletines de plastidecor: Todo el mundo con sus cajas de 12 colores en clase de dibujo y cuando alguien sacaba su maletín de lápices, ceras y rotuladores de colores era como si se apareciera la virgen. Y los bolis de 10 colores.

Los tazos de chester cheetos, que se clasificaban en:
  • Tazos normales
  • Chiquitazos: En ellos aparecían imágenes caricaturizadas de chiquito con sus frases célebres.  
 
 
  • Magic tazos: Unos tazos con un holograma en el que se podía ver su imagen cambiar dependiendo del ángulo en el que se miraba. 
 
  • Mega tazos: Igual al normal pero con la parte posterior amarilla y con el texto “mega tazo”. 
 
  • Master tazos: Eran unos tazos con un tamaño y peso superior a los normales que se conseguían dentro de las bolsas de aperitivos grandes. 
 
  • Macro tazos: Los macrotazos eran mas grandes que los master tazos, pero eran del mismo grosor que los normales.
Y después había los porta tazos y las pistolas dispara-tazos. Recuerdo que cuando estuve en el hospital porque me operaron de amigdalas me regalaron una pero me la acabaron quitando porque le disparaba a los médicos.
 
Y muchas más cosas que me dejo pero que no puedo nombrar porque son demasiadas, creo que con todo lo que os dejé ahí arriba hay suficiente para empezar a recordar y tener ataques de nostalgia, yo los tengo y no os imagináis como echo de menos esos años, es una pena que no vayan a volver, ni para nosotros ni para nadie.

Este tocho va dedicado a toda mi generación, los del 90. Aunque nunca lleguemos a conocernos ni a vernos las caras sabemos que fuimos la excepción, la última generación bien criada y con libertad, y que tenemos tanto en común que solo con cruzar una mirada con un desconocido de nuestra edad sabemos que el vivió cosas similares a lo que nosotros vivimos en la infancia. Esa mirada que aunque sea en silencio intercambia información de todo tipo, como diciendo: “Yo se lo que tu sabes y tu sabes lo que yo se”.








 


miércoles, 16 de marzo de 2011

16 de marzo de 1521: Magallanes llega a Filipinas

Las islas Filipinas fueron descubiertas por Hernando de Magallanes en 1521. El nombre de Filipinas le fue dado por otro navegante español llamado Juan de Villalobos, en honor del príncipe de Asturias, que iba a ser Felipe II. Manila fue fundada en 1572. Los principales rivales de los españoles en la colonización fueron los mahometanos del Oriente, a quienes llamaron moros por la analogía con sus afines del norte de África. Finalmente, a mediados del siglo xvii, quedó asegurado el dominio español, después de luchas con holandeses y portugueses.
 
Hacia fines del siglo xix el sentimiento nacionalista filipino comenzó a manifestarse contra el dominio español; entonces apareció en escena la figura de José Rizal, que finalmente fue ejecutado en 1896. En este año tomó incremento la revolución, y en ella se destacó el caudillo Emilio Aguinaldo, jefe del movimiento. 

Los filipinos habían declarado su independencia y Aguinaldo era presidente provisional, cuando estalló la guerra entre España y Estados Unidos. Vencida España, el archipiélago quedó en poder de los estadounidenses, y las relaciones con el nuevo dominador no fueron nada cordiales. Hubo luchas en Manila, y se sucedieron las guerrillas hasta 1902.

Sometido el país, y de acuerdo con lo estipulado en el Acta Jones de 1916, gradualmente el Congreso de Estados Unidos fue concediendo a los filipinos su autonomía. Finalmente, en 1932 aprobó un plan por el cual se constituía la república filipina, pero con ciertas restricciones y disponiendo la libertad total en un término de diez años. Pero este plan fue rechazado por los filipinos, que anhelaban mayores libertades. Por último, en 1934, ambas partes aprobaron un segundo plan, que empezó a cumplirse en 1935. En noviembre de ese año Manuel Quezón fue elegido presidente.

 Sin embargo, los filipinos no llegaron entonces a obtener su completa libertad, pues se vieron atacados por un nuevo enemigo: en 1940 las tropas japonesas, en guerra con Estados Unidos, invadieron el archipiélago, y sólo después de casi cuatro años de dura lucha fueron desalojados por las tropas que comandaba el general Mac Arthur. 

Luzón y Mindanao fueron reconquistadas, palmo a palmo, en sangrientos ataques cuerpo a cuerpo. Además, en aguas de las Filipinas se libraron dos dantescas batallas navales en cuyo desarrollo quedó aniquilada la flota nipona.

La total independencia de las Filipinas fue solamente proclamada el 4 de julio de 1946, como digno premio al gran esfuerzo desplegado durante la guerra.

martes, 15 de marzo de 2011

Fotogramas de plata 2011




Elena Anaya y Javier Bardem, el gran ausente, han ganado los Fotogramas de Plata a mejores actores de cine en la 61 edición de estos premios que se entregaron en el teatro Joy Eslava de Madrid y que también reconocieron a Malena Alterio y Luis Merlo en teatro y Blanca Suárez y Gonzalo de Castro en televisión.

Estos premios de interpretación, que entrega la revista especializada Fotogramas según las votaciones de sus lectores, se han completado con los premios a mejor película española, Pa negre, y mejor película extranjera, La red social, que eligen los críticos de cine. 



En una gala presentada por Anabel Alonso y con guión de Dunia Ayaso y Féliz Sabroso, Javier Bardem repitió hazaña tras los Goya y con su papel de Uxbal en Biutiful, además de la nominación al Oscar y el premio en Cannes, ha conseguido también el que es su séptimo Fotograma de Plata.

Elena Anaya, que en los Goya perdió frente a Nora Navas, se estrenó en estos premios por la apasionada interpretación en la película de Julio Medem Habitación en Roma.

En el apartado de interpretaciones en televisión, la joven Blanca Suárez, que ha rodado con Pedro Almodóvar La piel que habito, se ha alzado como la mejor actriz por su trabajo en El internado, mientras que Gonzalo de Castro ha merecido el galardón por Doctor Mateo, serie con la que ya ha ganado el TP de Oro y el Ondas. 



En lo relativo a las interpretaciones teatrales, dos miembros de grandes familias del mundo del espectáculo han sido premiados: Malena Alterio, por Madre Coraje y sus hijos, dirigida por Gerardo Vera, y el que fuera su compañero en Aquí no hay quien viva, Luis Merlo.

El hijo de María Luisa Merlo y Carlos Larrañaga ya había ganado un primer Fotogramas de Plata por su interpretación en Gorda, pero esta vez ha sido su trabajo en Tócala otra vez, Sam, bajo las órdenes de Tamzin Towsend, el que le ha reportado el galardón. 



En tiempos de Internet, Fotogramas otorga también el premio al intérprete más buscado en su página web, resultando ganador el ídolo juvenil Mario Casas, que optaba también al premio al mejor actor por 3 metros sobre el cielo, pero que ha tenido un gran año con títulos como Carne de neón en la gran pantalla y Los hombres de Paco en la pequeña.

Y, finalmente, como cada año, la revista quiso homenajear la carrera de un gran profesional del cine, la televisión y el teatro españoles. El realizador oscense Carlos Saura, responsable de clásicos populares como Ana y los lobos o recreaciones musicales como Tango y Sevillanas, ha sido el elegido en esta edición.

lunes, 14 de marzo de 2011

Demasiado incluso para Japón

Japón ha resucitado ya varias veces. Ha conseguido sobreponerse a grandes desastres naturales y militares.
En 1923, un terremoto destruyó toda la región de Tokio y mató a 100.000 personas. A pesar de eso, siguió convirtiéndose en una potencia industrial y militar y empezó a conquistar otros países de Asia.

En 1945, Japón estaba destrozado tras perder la Segunda Guerra Mundial, concluida trágicamente con las dos bombas atómicas que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki. La reconstrucción empezó inmediatamente y con una velocidad increíble.

Entre los años 60 y 80 del siglo pasado, los japoneses deslumbraron al mundo con sus cámaras, sus aparatos electrónicos y sus coches baratos, pero fiables. Se convirtieron en la segunda economía del mundo a pesar del reducido tamaño de Japón y de tener un mercado interior relativamente pequeño.

En 1995, el terremoto de Kobe causó daños valorados en 100.000 millones de dólares, pero Japón salió adelante una vez más.

Ahora puede ser distinto. Si se confirman las fugas radiactivas, nos encontramos en una combinación de terremoto, maremoto y accidente nuclear. Una mezcla del histórico terremoto de Tokio y la bomba de Hiroshima. Puede ser demasiado incluso para un país tan disciplinado como Japón.

Se ha quedado corto Naoto Kan, el primer ministro nipón. No es su crisis más grave desde la Segunda Guerra Mundial; es la más grave de toda su historia reciente.


viernes, 11 de marzo de 2011

11-M: Siete años después

Hoy es 11-M. 

Siete años han pasado desde el Día de la Infamia.

Todavia se nos siguen poniendo los pelos de punta cuando recordamos esa mañana del 11 de Marzo cuando al poner la televisión escuchábamos la noticia.

Es dificil describir lo que uno siente en ese momento, dolor, desolación... impotencia.

Se trata del mayor atentado cometido en Europa hasta la fecha, con diez explosiones casi simultáneas en cuatro trenes a la hora punta de la mañana, entre las 07:36 y las 07:40.

Más tarde, tras un intento de desactivación, la policía detonaría, de forma controlada, dos artefactos que no habían estallado, desactivando un tercero que permitiría, gracias a su contenido, iniciar las primeras pesquisas que conducirían a la identificación de los autores.

Fallecieron 192 personas, y 1.858 resultaron heridas.

Desde aquí quiero rendir homenaje a todas esas victimas y dar nuestro apoyo a todas esas familias que perdieron a sus seres queridos hoy hace 7 años...

Madrid, no os olvidamos.



jueves, 10 de marzo de 2011

Na fin do mundo: A maldición das secuelas

A estrutura da historia desta terceira aventura dos piratas do Caribe convértese na principal fonte de decepcionantes sorpresas: a falta de imaxinación á hora de crear novas personaxes, a pouca confianza nas tramas sinxelas converte a amálgama de sucesos que se encadean nun mosaico caótico deseñado para captar a atención momentánea do espectador e desligalo da visión de conxunto. Entretén pero seguindo a traxectoria doada da fragmentación en bloques de acción, hipnotizando ao espectador con secuencias impecables na súa espectacularidade visual.

Desta maneira, impídelle alonxarse para contemplar o todo e poder xulgar a verdade da película. Non interesa unha ollada global, porque entón é posible captar os ocos inmensos dunha trama escrita baseándose na adición de elementos e nos puntos de xiro continuos, pero ignorando a composición de personaxes e a continuidade respecto ás cintas anteriores.
Se xulgamos os momentos un por un atopamos algunha secuencia que se consegue achegar a aquilo que se podería considerar cinematográfico, e logra rozar a fibra do espectador máis esixente, recordándolle os logros da primeira película: ao comezo da historia, cos condeados a morte entoando unha fermosa canción para alertar da inxustiza aos piratas; as intervencións da única personaxe ben composta e brillantemente interpretada, o contraditorio capitán Jack Sparrow; a unión de todos os capitáns dos barcos piratas, que esperta o espírito do que sempre representaron. E aínda resulta máis triste se temos en conta que tanto a posta en escena coma os efectos visuais están tan coidados como se agardaba. Tampouco se pode ignorar a magnificencia da súa banda sonora. Insuficientes segundos para unha metraxe de tres horas, chea de piropos argumentais que converten a triloxía no que xa se prometía na segunda entrega: un híbrido entre as aventuras e a fantasía.


miércoles, 9 de marzo de 2011

Cirugía Antiestética

La sociedad siempre ha valorado la belleza. En la literatura, a menudo simboliza el atractivo protagonista admirable, mientras que la fealdad indica el antagonista abominable. La gente de toda raza y cultura se han ido a los extremos en el nombre de la belleza.

Implantarse silicona en pechos, labios o glúteos son algunas de las preocupaciones de los últimos años. La cirugía estética ha dejado de ser una práctica exclusiva de famosos. Su consumo se ha extendido a todas las clases sociales. Aceptarse más, encontrarse mejor y recuperar autoestima, son algunas de las razones. La aceptación o rechazo de otros jóvenes son también factores que influyen en la decisión de mejorar el aspecto físico. El avance en el terreno tecnológico y el abaratamiento de los precios, ha hecho que la gente pierda el miedo al bisturí. Un arreglo de nariz cuesta unos 1.100 euros. Es posible que tanto la televisión como las películas o la publicidad, ejerza un gran poder de seducción en los adolescentes. A esas edades la apariencia física tiene una gran importancia. El problema es que no cuentan con el peligro de una operación en un cuerpo que aún no ha terminado su desarrollo. Se someten a operaciones de cambios físicos radicales y puede ser contraproducente. No podemos intentar solucionar un problema de inseguridad y baja autoestima con la cirugía. Su origen va más allá del aspecto físico. Pero no podemos olvidar que la belleza es una apreciación subjetiva y temporal. No existe un criterio universal. La belleza no se define, se reconoce. La cirugía estética es la materialización del mito de Narciso, preocupado en exceso por su apariencia exterior.

viernes, 4 de marzo de 2011

Jane Russell, al cielo con Marilyn

Para los amantes del cine será siempre aquella morena larguirucha que bailó junto a Marilyn Monroe en Los caballeros las prefieren rubias. Pero más allá de aquel papel junto a la rubia más deseada de la historia, Jane Russell fue una de las más recordadas actrices de una época dorada de Hollywood y un poderoso icono sexual, uno de los pocos capaces de medirse con Marilyn.


La fábrica de sueños despedía el lunes a la actriz estadounidense que tuvo en la comedia un pilar de una carrera desigual. Russel falleció a causa de un fallo respiratorio a los 89 años en su casa de Santa María, al oeste de California. Apartada del cine desde finales de los 60, colaboraba activamente en causas benéficas. Su familia ha pedido que en vez de enviar flores se hagan donaciones a dos centros de acogida para menores y mujeres embarazadas «Murió en paz en su casa rodeada de sus hijos», confirmó Kim David, directora ejecutiva de CASA, organización caritativa a la que estaba vinvulada la actriz.

Jane Russell, que visitó el Festival de San Sebastián en 1990 como estrella invitada, se hizo indispensable en los repartos después de que Howard Hughes la descubriera y la lanzara al estrellato con su papel en El forajido (The Outlaw, 1943).

Su desenfado y la explosiva voluptuosidad de sus poderosas curvas en la publicidad de aquella película crearon el morboso mito erótico. En las fotos aparecía recostada sin asomo de recato sobre un lecho de paja luciendo un vestido de vértigo que traslucía su exhuberante busto bajo una blusa negra.

Demasiado para unos censores que retuvieron la película durante tres años antes de autorizar un estreno que marcó un antes y un después paisaje cinematográfico de la época. Su atrevimiento y picardía acabaría por afianzarla como legendario símbolo sexual y hacer de Russell primera opción de los directores para encarnar los papeles femeninos que demandaban la generación de soldados estadounidenses desplegados en zonas de guerra que jaleaban a la rubia Monroe y a la morena Russell.




Conservadora
La potencia sexual de su imagen contrasta con las conservadoras convicciones personales de la actriz. Frente al Hollywood más liberal y libertino, Russell se erigió en defensora del catolicismo y de los valores republicanos.  Activa militante del partido conservador, se describía a sí misma como una activista pro-vida después de haber sufrido con 18 años un aborto mal realizado que le dejó graves secuelas y problemas para concebir. Casada en tres ocasiones, el jugador de fútbol americano Bob Waterfield fue su primer marido, con quien adoptaría a sus tres hijos.

Nacida en Bemidji, Minnesota, el 21 junio de 1921, Ernestine Jane Geraldine Russell era hija de una actriz y de un oficial del ejército. Fue descubierta por casualidad cuando Howard Hughes la vio trabajando como recepcionista de un dentista,  cuando buscaba a una actriz para ser la heroína de El forajido. En su trayectoria también figuran películas como Las fronteras del crimen (1951), Macao (1952) y Sangre caliente (1956).




Los caballeros las prefirieron rubias

El lunes despedíamos a Pepín Martín Vázquez, el torero que nos enganchó desde el cine de verano. Ese mismo día se iba otra estrella que brilló de manera rutilante bajo el cielo tachonado de estrellas como techo del cine de nuestra infancia. Ni Angelina Jolie ni Jennifer Aniston, ni Scarlett Johansson, el verdadero sex simbol de Hollywood siempre será Jane Russell. Era todo glamour. Por puras cuestiones anatómicas y por haber provocado horas extras a la censura, de su país y la nuestra, por culpa de The Outlaw, el western de Howard Hughes de 1943 que nos descubrió las infinitas posibilidades eróticas de un pajar. Tenía una ondulada melena negra que para sí quisieran las rubias, aunque las prefirieran los caballeros. Jane Russell era la morena que competía con Marilyn en Los caballeros las prefieren rubias en un mano a mano que aguantó como pudo. El ciclón que significaba el mayor símbolo erótico del séptimo arte era demasiado para el cuerpo y la bella morena californiana nunca superó del todo la prueba. Ha muerto casi nonagenaria para perder una vez más la batalla con aquella diosa rubia que en plena juventud se fue una noche porque le dio la real gana. Si José le ganó la batalla a Juan en Talavera, Marilyn se la ganó a Jane varias veces, la primera en el duelo de la película y después muriendo como una heroína joven, sin la inexorable huella del tiempo. El lunes se apagó la última estrella de Hollywood, Jane Russell.

jueves, 3 de marzo de 2011

Juguete Roto

Cansada de luchar contra la enfermedad que padecía, Amparo Muñoz cerraba definitivamente los ojos a la vida cerca de la media noche del pasado domingo. Reinó en el universo de la belleza durante seis meses. Se había negado a ser manipulada por la organización y les devolvió el cetro y la corona. Y con ellos todas las prebendas de que goza la reina de la belleza universal. Era una mujer de carácter. Se bastaba a sí misma para salir adelante sin necesidad de vivir al dictado de quienes pretendían decidir por ella. Había sido Miss Costa del Sol y Miss España y sabía sobradamente de qué iba todo aquello.

Amparo Muñoz ha sido, sin duda alguna, la más bella entre las bellas a lo largo de la historia de este tipo de certámenes. La única Miss Universo española. Nadie le hizo sombra salvo ella misma. Aquel bellezón andaluz acabaría convertida en un juguete roto. Como lo fue Marilyn. Como lo han sido tantas y tantas mujeres pasto del cuché, del celuloide, de la letra impresa y del vinilo. Vivió demasiado a prisa a raíz de su primera separación matrimonial y esa velocidad de crucero en un mar de escándalos y de drogas le ha pasado factura a una edad en exceso temprana, 56 años, en la década de la madurez plena. Cincuenta y seis años de los que buena parte de ellos fueron un auténtico infierno.

La vida de los personajes públicos linda directamente con el infierno, el averno está a un paso de sus vidas, solo hay que darlo. Amparo lo dio. La de Amparo Muñoz, guapa entre las guapas, es la crónica de una muerte largamente anunciada. Empezó a morir en vida tras su marcha a México donde conoce a un pájaro de cuenta, de los muchos que rodean a mises y actrices, un chileno, de nombre Flavio Labarca que fue su perdición. Ni el cine ni la televisión lograron redimirla. De ella solo quedó, al final, cuando no queda nada, el recuerdo de aquellos años pasados en los infiernos. Ni su matrimonio con Patxi Andión, ni sus películas, más de cuarenta, con Pilar Miró, Carlos Saura, Jaime Chávarri o León de Aranoa, ni sus ganas de superar la enfermedad que le iba comiendo terreno a la vida, ni el libro de su vida que era algo así como su propia esquela funeraria. Al final, solo ha quedado en la memoria de todos el juguete roto que fue.

Tanta belleza para nada, para que la frescura del rostro que enamoró al universo acabara prematuramente deteriorada y con la mirada triste y perdida en el infinito como buscando la luz que un día reinó sobre las sombras que la persiguieron inmisericordemente.