Desde hace unos meses asistimos a un triste suceso. Esta vez el caso no ocupa las portadas de los periódicos nacionales, ni se agolpan los contertulios más variopintos para conceder entrevistas en la tele o en la radio. Aparte de los medios de comunicación gallegos, la noticia de la expulsión de la escuela de una niña de Arteixo por llevar el hiyab apenas ha trascendido. Hemos podido leer algunas noticias y entrevistas aquí y allá, pero el eco mediático ha sido mínimo comparado con casos anteriores.
Estaría satisfecho si esa falta de polémica y difusión se debiera a que por fin nos hemos dado cuenta de que para que los debates lleguen a buen puerto hemos de prescindir de sensacionalismos y de agendas políticas, pero parece que se trata más de una normalidad a la que nos estamos acostumbrando peligrosamente y, sobre todo, porque las ventas y audiencias ya han quedado cubiertas con las revueltas acutales en los países árabes.
No me apetece escribir un enésimo artículo sobre la libertad religiosa, sobre cómo las administraciones y colegios se saltan a la torera la Constitución española. Por una vez vamos a intentar ponernos en el lugar de estas niñas y jóvenes. ¿Cómo te sentirías si te excluyen de un establecimiento publico y te señalan con el dedo?
La niña del velo se llama Zoubair Hakim. La han excluído de la escuela pública por llevar la cabeza cubierta. ¿Cuántas niñas musulmanas más deberemos sumar a la lista de personas non gratas? ¿Cuándo se terminarán estas discriminaciones impunes?
Estaría satisfecho si esa falta de polémica y difusión se debiera a que por fin nos hemos dado cuenta de que para que los debates lleguen a buen puerto hemos de prescindir de sensacionalismos y de agendas políticas, pero parece que se trata más de una normalidad a la que nos estamos acostumbrando peligrosamente y, sobre todo, porque las ventas y audiencias ya han quedado cubiertas con las revueltas acutales en los países árabes.
No me apetece escribir un enésimo artículo sobre la libertad religiosa, sobre cómo las administraciones y colegios se saltan a la torera la Constitución española. Por una vez vamos a intentar ponernos en el lugar de estas niñas y jóvenes. ¿Cómo te sentirías si te excluyen de un establecimiento publico y te señalan con el dedo?
La niña del velo se llama Zoubair Hakim. La han excluído de la escuela pública por llevar la cabeza cubierta. ¿Cuántas niñas musulmanas más deberemos sumar a la lista de personas non gratas? ¿Cuándo se terminarán estas discriminaciones impunes?