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miércoles, 13 de abril de 2011

Justin Bieber: Never Say Never

Justin Bieber pareciera ser a simple vista uno de esos inventos marketineros de las grandes discográficas para cautivar niñas y adolescentes desesperadas por tener un ídolo a quien amar. Pero "Justin Bieber: Never Say Never" tira esta hipótesis por la borda ya que lo que presenta es algo totalmente opuesto a la realidad. El documental nos muestra a un joven de casi 17 años que es la excepción a la regla dentro de un mercado en el que prima el comercio sobre la creatividad, y no es que Justin no lo sea pero su carrera va por otro lado. 
"Justin Bieber: Never Say Never" no es un recital, tampoco el bakstage de una gira ni siquiera una película biográfica. Es todo eso junto y mucho más. Tomando como excusa el recital que el artista daría en el Madison Square Garden, nos muestra a este extraño fenómeno musical contemporáneo que en menos de un año se convirtió en estrella gracias al canal de videos de YouTube, y a la cabezonería de su manager, Scooter Braun, que nunca perdió la fe en él a pesar de la negativa de las discográficas.
A través de la observación, el documental va transitando la vida del personaje en el periodo que antecederá al mítico concierto y que se mezclará con material de archivo casero: testimonios de familiares, amigos y algunas celebridades, junto con aquellos momentos que hacen a su vida , normal. 
Uno de los logros es el de mostrarlo como un ser con una vida igual a la de cualquier chico de su edad más allá del momento que está atravesando. A pesar de la fama es un adolescente más, aunque como dice la mega estrella Miley Cyrus en algún momento de la película, esta es la nueva vida normal que él eligió.
Como todo documental se hace un recorte de la realidad y por ahí peca de no mostrar la vida sacrificada de un artista. Es por eso que no vemos las horas de ensayo, las largas lecciones de canto ni el tormento de lo que puede ser una gira. Sobre el tramo final se centra en los riesgos de forzar la voz y en las consecuencias que trae hacer más conciertos de lo que la salud aguanta, sobre todo para un joven de su edad.
El formato 3D no varía en mucho a lo que podría llegar a ser una proyección en 2D. Se justificará sobre el final en la escena que veremos acompañada de una lluvia de papelitos. Después no variará en nada su injustificada elección, sólo para mostrar alguna cabeza que sale de la pantalla mientras se ven imágenes de algún recital. En este caso el formato no es funcional al proyecto aunque sí sirve para evitar la piratería.
"Justin Bieber: Never Say Never" no sólo es un documental para adolescentes fanáticos y eufóricos capaces de desbordar un concierto, un cine o lo que sea. Sirve para conocer más allá de la música (sus cualidades musicales queda claro que no está en discusión en este texto) ese otro lado de la fama y cómo es la vida de alguien que eligió renunciar a su vida normal para tener una nueva vida…también normal. Considerando que la normalidad varía de acuerdo con que vara se mida, y lo que para unos es normal para otros será todo lo contrario.