En 1972, la
una, grande y triste TVE era el fiel reflejo de una grande y triste
España. Había que dar un poco de alegría a la pequeña pantalla... 'Chicho, invéntate un concurso...' Fue Salvador Pons, que debutó con 'Conozca usted España'
y puso en marcha la UHF, quien propuso su idea a Narciso Ibáñez
Serrador, uno de los valores más brillantes e inquietos de aquella tele
en blanco y negro. Pero Chicho no era un novato. A sus 37 años, hacía
ya una década que había dejado su Uruguay natal y demostrado su talento en España con el
revolucionario 'Historias de la frivolidad' y el desasosegante 'Historias para no dormir'. De entrada, un concurso no le motivaba, pero... tras reírse de la
censura franquista y acongojar a la audiencia, ¿sería capaz de
entretener?
De este modo, el encargo de Pons lo vio como
un reto: ideó un concurso con lo que ya sabía de la tele española y lo
que aprendió en Montevideo con el concurso 'Un, dos, Nescafé'. Y así, el 24 de abril de 1972, hace ya 40 años, nació 'Un, dos, tres...responda otra vez', el primer gran show de entretenimiento audiovisual puro que alegró las noches de una tele llena de rombos blancos y sotanas negras.
Lo de las sotanas viene a cuento porque el estreno de aquel primigenio 'Un, dos, tres' estuvo precedido de 'El octavo día', la charla del monseñor Guerra Campos. Pero no amargó el estreno de 'Un, dos, tres...', que en pocas semanas se convirtió en el programa más popular de TVE y, con los años, de la historia de la tele.
En
1992, cuando el concurso cumplió 20 años, Chicho desveló los secretos del éxito: 'Una muy buena fórmula que se ha mantenido; una
nariz en buen uso para ir olfateando qué es lo que quiere el público,
y, sobre todo, que nos dejamos la piel a tiras en grandes dosis de
trabajo'.
Efectivamente, el éxito del concurso se basaba en una
genial combinación de concurso clásico y el espectáculo teatral que seguía la línea
transgresora y visual de 'Historias de la frivolidad': los
representantes de la más ultramontana y conservadora Doña Cuaresma, enfrentados a los progresistas, renovadores y
felices hijos de Don Carnal.Y todo con mucho humor y con una tensión in crescendo que Chicho sabía imprimir en el gran
final: coche, o apartamento en Torrevieja, ante la fatídica
calabaza.
Y con estos mimbres se elaboró el mejor show de entretenimiento en España, que empezó en 1972 con el inolvidable '... Por 25 pesetas...'.
Aquella
primera etapa tuvo como máximos representantes al presentador
peruano Kiko Ledgard, plagado de relojes y siempre con los calcetines
desparejados, al amargado Don Cicuta, a las
exuberantes secretarias Ágatha Lys y Aurora Claramunt y a la calabaza
Ruperta. De la segunda etapa (1976-78) destacó una joven azafata,
Victoria Abril. En la tercera (1982-88), Mayra Gómez Kemp sustituyó a
Kiko, y las Tacañonas, al malogrado
Tornos. Fueron años en que brillaron Nina, Silvia Marsó, Kim, Lydia
Bosch... En la cuarta (1991-93), Chicho se inventó la doble
presentación, con la histérica Míriam Díaz Aroca y el hierático Jordi
Estadella. En 1993 otro catalán, Josep Maria
Bachs, accedió al cargo de presentador en un concurso que ya empezaba a
notar los años, unos achaques que se hicieron tristemente evidentes en
el 2004, con el último y fracasado intento de resucitar el mito, en una tele del siglo XXI que ya no era
la suya. Pero esto no es óbice para reconocer que Chicho nos alegró una
etapa de nuestras vidas con Botildes, antichollos, sufridores...
Y
hasta aquí puedo leer...