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martes, 17 de abril de 2012

No a este Rey


En las críticas contra el Rey de estos días suele haber una frase agradeciéndole “sus grandes servicios al país”. Se refieren a que en el 23-F apoyó la democracia. Yo creo que al defender la legalidad simplemente hizo su deber, así que eso de los “grandes servicios” me parece una hipérbole (exageración) cortesana. Pero vale, vamos a agradecérselo, porque desde luego lo podría haber hecho mucho peor, como tantos monarcas a lo largo de la Historia.
Siempre pensé que tanto la monarquía constitucional (lo que es España) como el sistema presidencial tienen sus pros y sus contras. Pero desde que he visto las fotos del Rey convertido en un Gran Soberano Matarife en África (más parecido a Idi Amin, el dictador de Uganda, que a la Reina Margarita de Dinamarca), me ha entrado un ataque republicano. 
Ya se sabía que era cazador; ya se habló en 2006 del supuesto oso domesticado, que, según un funcionario ruso, le habrían echado al Rey en Rusia para que lo matara. Pero que ahora, justo ahora, salgan a la luz las opulentas carnicerías, los búfalos a pares y los elefantes convertidos en un muro de carne ensangrentada, es algo indecente e indignante. Por la insultante ostentación económica en tiempos tan "jodidos"; por la falta total de sentido de la realidad; por la irresponsabilidad. ¿Qué patológica inseguridad puede llevar a alguien a tener que matar un maravilloso elefante para reafirmarse? Por todos los santos, ¡pero si ya es Rey! ¿Qué más necesita para sentirse importante? ¿Montarnos una guerra? Me gusta el animalismo de la Reina y el Príncipe Felipe me cae bien. La crisis arrecia y tal vez no sea el momento de cambiar el sistema. Pero sí podemos cambiar a este Borbón: que se vaya. Y Mientras tanto, y para hacer dedos, echémosle de la presidencia ecologista de WWF, que narices!